Algunas personas creen que la píldora del día después es abortiva y puede ser perjudicial para la mujer o su capacidad reproductiva futura. Sin embargo, esto no es cierto. La píldora del día después no interrumpe un embarazo en curso ni daña un embrión en desarrollo. Su función es retrasar la ovulación y evitar que un óvulo fecundado se implante en el útero. Por lo tanto, no está prohibida ni se requiere una receta médica para obtenerla.
La píldora del día después es una opción recomendada para prevenir un embarazo no planificado en situaciones como relaciones sexuales sin protección, olvidos en la toma de la píldora habitual, fallas en la colocación o retiro del anillo vaginal o el parche, o rotura, retención o uso inadecuado del preservativo.
Por otro lado, la píldora abortiva es un método de interrupción voluntaria del embarazo (IVE) que se utiliza cuando la mujer solicita esta opción y no presenta contraindicaciones médicas. Las contraindicaciones incluyen estar en tratamiento con corticosteroides, terapia anticoagulante, tener trastornos hemorrágicos o un embarazo ectópico.
Existen dos tipos de píldoras del día después disponibles: acetato de ulipristal y levonorgestrel. Ambas actúan retrasando la ovulación. Para la interrupción del embarazo de manera farmacológica, se utilizan dos pastillas en combinación: la pastilla abortiva RU-486 (mifepristona) y un segundo fármaco, el misoprostol, que ayuda en el proceso de dilatación cervical y expulsión.
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